Hoy mi sopresa tiene nombre propio, el de una experimentadora de los límites de su cuerpo.
Es dificil seguir su ritmo, pues vive danzando pero cosas como las que enlazo nos pone tras su pista. Lo mejor de ella: esta aquí en Madrid y cualquiera de vosotros podeis asistir a una de sus inspiradoras clases. Y asi, sin darte cuenta, danza, danzando la vida va pasando...
Gracias mi preciosa María!!! Eres un crack :)))))
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